Pruebas de concepto. Conócelas antes de lanzarte al mercado

Pruebas de concepto | Proof of concept | Prova de conceito
Redacción 7m de lectura

Una prueba de concepto es un estudio de mercado que permite validar nuevas ideas de producto con consumidores o clientes. Crear un nuevo producto requiere mucho esfuerzo y recursos. Pero, ¿todo ese esfuerzo va a resultar en un éxito? Gracias a las pruebas de concepto podrás estimar la aceptación que tendrá tu producto en el mercado.

En este artículo te vamos a dar todos los detalles sobre tipo las pruebas de concepto y sus variates más habituales: las pruebas de concepto monádicas, monádicas secuenciales, comparativas y protomonádicas.

¿Qué es una prueba de concepto?

Si quieres la respuesta corta, la prueba de concepto se puede resumir de la siguiente manera: un tipo de investigación de mercados para saber si tu cliente potencial va a comprar tu producto. 

La clave es la intención de compra. Puedes tener la mejor idea para un nuevo producto, pero si nadie va a querer comprarlo, todo el esfuerzo que le has puesto no va a valer para nada. Gracias a  este tipo de  investigación cualitativa puedes contrastar con tu audiencia cuáles son las ideas que funcionan, y cuales son las que necesitan mejorar.

Métodos para hacer una prueba de concepto

Hay muchas maneras diferentes de realizar una prueba de concepto, dependiendo de qué información queremos obtener. Aquí te dejamos algunos de los más comunes.

Prueba de concepto monádica 

Si quieres analizar en profundidad varios conceptos de manera aislada, éste es tu método. La prueba de concepto monádica se realiza con diferentes grupos, y a cada uno se le hacen preguntas sobre un único concepto. De esta manera, además de sacar más información sobre cada concepto, se obtienen resultados bastante más rápido.

Prueba de concepto monádica secuencial 

Es muy parecida a la prueba de concepto monádica, pero en esta prueba se muestran todos los conceptos a todos los grupos. Con la prueba de concepto secuencial se consigue poner en relación todos los conceptos, y también suele ser necesario un menor número de encuestados.

Prueba de concepto de comparación

Si en las pruebas monádicas se dividen los encuestados en grupos, en la prueba de comparación se hace todo lo contrario. Como su propio nombre indica, esta prueba consiste en enseñar varios conceptos, y van eligiendo cual es el mejor. Lo bueno de este tipo de prueba es que los resultados son fáciles de entender, pero cuidado, que carecen de contexto.

Prueba de concepto protomonádica

Esta prueba es el resultado de la fusión entre la prueba de concepto monádica secuencial y la de comparación. En esta prueba se vuelve a segmentar a los encuestados, y se les enseña varios conceptos. Como en la prueba de comparación, tienen que elegir la mejor. Este tipo de test de concepto se suele utilizar para comprobar los resultados obtenidos en la prueba monádica secuencial. 

Aplicaciones de las pruebas de concepto

Si bien es cierto que las pruebas de concepto se pueden utilizar para saber si un futuro producto se venderá o no, también se pueden utilizar de otras maneras. Por ejemplo, digamos que el logo de tu empresa tiene ya unos años y quieres renovarlo. Tu equipo y tú tenéis varias propuestas, pero no sabéis por cual decantaros. Gracias a esta investigación cualitativa podréis saber qué opina vuestro target al respecto, una información clave para la selección del logo apropiado.

¿Quieres darle una vuelta a tu página web? Muchas veces tenemos miedo de hacerlo, ya que los usuarios están habituados a un diseño. Cambiarlo no siempre supone una mejoría, y es por eso que hay que utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para asegurar que el cambio resulte en beneficio para el usuario. Estas pruebas pueden ofrecer ese conocimiento del cliente que tan útil resulta. 

En resumidas cuentas, esta forma de investigación de mercado sirve para cualquier cosa que tenga que ver con tu target.

Cómo se hace paso a paso una prueba de concepto

Ahora que ha quedado claro qué son las pruebas de concepto y los diferentes tipos, es hora de definir cuáles son los pasos que tenemos que seguir.

Primero, como en cualquier buena estrategia, hay que especificar el objetivo.
¿Qué queremos conseguir con esta prueba? Si sabemos lo que queremos conseguir será más fácil formular preguntas que nos sean útiles.

Eso nos lleva al siguiente paso: Diseñar la encuesta. Si bien es cierto que saber el objetivo supone una gran ayuda a la hora de estructurar el cuestionario, ordenar las preguntas en diferentes bloques también influye. Al principio de la encuesta se suelen hacer preguntas más simples y amenas, y a medida que va avanzando, se realizan las preguntas más complicadas (que suelen ser las que más nos interesan).

Mientras estás construyendo el cuestionario ten en cuenta que es recomendable utilizar la escala de Likert en varias preguntas. En los dos extremos de esta escala se ponen frases como “ totalmente de acuerdo” y  “totalmente en desacuerdo”. Se suelen utilizar de 5 a 7 puntos, ya que así obligas al encuestado a “mojarse” por una de las dos opciones, aunque sea un poco. Ten en cuenta que es muy importante mantener la consistencia, es decir, si en una pregunta has puesto “totalmente de acuerdo” a la izquierda, mantén esa posición en el resto de preguntas. 

Siguiendo con las preguntas, también es importante realizar alguna pregunta demográfica, sobre todo al principio. Por una parte sirven para romper el hielo (eso que comentamos más arriba de hacer preguntas fáciles al principio) y poder organizar mejor los datos obtenidos en la encuesta. 

Por último, pero no menos importante, utilizar imágenes en tu test de concepto. Son muy útiles. sobre todo, si alguno de los conceptos que quieres analizar es visual, pero poner de vez en cuando una imagen puede resultar bastante ameno para el encuestado. 

Consejos para pruebas de concepto

Este tipo de  investigación es muy útil para cualquier servicio o producto que quieras sacar al mercado, entre otras cosas. En We Are Testers tenemos varias herramientas a tu disposición, y todas ellas te servirán para: agilizar el proceso, obtener resultados fiables, facilidades para diseñar la encuesta y gestionar la información obtenida, y, por lo general, conocer en profundidad a tu target. 

Estas herramientas son muy útiles, y te serán de gran ayuda, pero también hay que saber usarlas. Por ejemplo, como ya mencionamos anteriormente, es muy importante ser específico. Esa precisión no se limita al objetivo de la encuesta, ya que es igual de importante a la hora de seleccionar el público objetivo, preguntar lo que queremos saber (de la manera adecuada) en el cuestionario, etc. 

A la hora de realizar la encuesta de prueba de concepto, ten en cuenta que la van a realizar personas, no robots. Así que tener un poco de variedad en el cuestionario es un detalle que muchos agradecen. Intercala preguntas de respuesta corta con algunas de escala, y también trata de insertar alguna imagen. 

Una vez que ya tengas el feedback, ordena y organiza los datos de manera tal manera que se pueda ver con facilidad cuál es el concepto más prometedor. 

Tipos de pruebas de concepto

Ahora ya conoces todos los detalles sobre las pruebas de concepto. ¿Necesitas organizar un test de concepto para guiar tus pasos en el desarrollo de tu próximo producto? Ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos en todo el proceso.

 

Fecha de actualización 14 abril, 2024

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